jueves, 8 de agosto de 2013

Revolución Keynesiana

ORIGEN Y CONCEPTO
Los economistas clásicos anteriores a los años treinta; nunca tuvieron en mente que el desempleo llegara a ser tan persistente, no podían imaginarse una gran cantidad de gente desempleada inundando las calles con la venta de lápices en forma tan abundante.
En respuesta a esto es que John Maynard Keynes propuso “LA TEORIA GENERAL DE KEYNES”, a través del cual se difundía una forma alternativa del estudio macroeconómico. En el cual se analizaban las malas políticas económicas y las perturbaciones externas. Esta revolución propuesta por Keynes se basa principalmente en dos aspectos que son
A) El concepto de demanda agregada
 B) La teoría Keynesiana de la oferta agregada.
Esto fue producido por que el clásico enfoque económico, que suponía precios y salarios flexibles; mientras que Keynes proponía que estos eran rígidos e inflexibles. Ya que según Keynes la oferta no dependía simple y directamente de la demanda, por lo que la producción podía alejarse de su nivel potencial (y mas eficiente) por largos periodos.

                              
Con esto Keynes revoluciono la macroeconomía, al demostrar que la curva de oferta agregada tenia pendiente positiva a corto plazo, mientras que la de demanda agregada tenía pendiente negativa. Entonces mientras mayor la demanda agregada, la producción aumenta en conjunto con los precios y el empleo.
Retomando la idea anterior, según Keynes los precios y los salarios son inflexibles. Por ende si la demanda agregada es muy baja; esto nos llevara a un alto nivel de desempleo y a una baja producción. Lo que implicaría una gran miseria, y en el caso de no existir un mecanismo de regulación macroeconómico; esta miseria podría prolongarse por largos periodos.
Es entonces con la gran depresión económica de los treinta en donde se demostraba que el modelo clásico macroeconómico era insostenible, y con la revolución Keynesiana, se demuestra otra manera de análisis macroeconómico distinto al enfoque macroeconómico clásico. De esta manera el modelo Keynesiano fue cada vez más aceptado por los economistas produciendo un cambio fundamental en el manejo económico por parte del estado.

2.- DEMANDA AGREGADA
 Gasto total planeado o deseado de la economía el cual se determina por factores como el nivel agregado de precios, la inversión, el gasto publico, la función de consumo y la oferta monetaria.
3-  OFERTA AGREGADA
         Valor total de los servicios y bienes producidos por una empresa. La cual esta en función de la tecnología y el valor de los precios existentes en ese momento.
4.- FUNDAMENTO DEL TEORÍA ECONÓMICA DE KEYNES
         En términos no técnicos, el liberalismo económico clásico asume que cuando se produce un bien se ha producido también los medios para su compra (en la medida en que para producirlo se ha gastado dinero, ya sea en inversiones de capital, compra de materias primas, sueldos, etc.). En esa situación lo racional es comprar (dado que mantener dineros sin uso no produce beneficios. En todo caso, el posible ahorro de algunos es equilibrado por el endeudamientos de algún otro). Sigue además que para fomentar crecimiento económico hay que fomentar la producción: a más producción, más dinero, más compras, etc. Así, en el largo plazo, no solo todo lo que se produce es lo mismo que todo lo que se compra sino que todos están interesados en que el sistema funcione a máxima capacidad (se logra un equilibrio entre la producción y la demanda agregada que tiende al máximo uso de los recursos).
En esa situación lo racional es utilizar inmediatamente cualquier ingreso, dado que mantener dinero sin uso no produce beneficios. Nótese que lo anterior implica equivalencia estricta entre ahorros e inversiones: “posponer consumo” sin invertir el dinero es equivalente a mantener sumas ociosas, es decir, es económicamente irracional, como lo es el no utilizar para invertir sumas disponibles en los bancos (los ahorros de otros, etc.).
Keynes postuló que en ciertas situaciones es económicamente racional no gastar dinero. Por ejemplo, si los precios están bajando es racional no comprar hoy porque con el mismo dinero se comprará más la semana que viene. [2] Por el mismo motivo, disminuye la cantidad de gente interesada en utilizar préstamos (los ahorros de otros): si los precios bajan, no solo se comprará más la semana que viene sino que las tasas de interés, sueldos, etc. serán menores. Igualmente, una baja del empleo o de los salarios puede llevar a otra en la demanda, y por lo tanto a una baja en la producción, llevando a su vez a más desempleo. Así, sucede que la economía establece un punto de equilibrio nuevo donde convive perfectamente en una situación lejana de la utilización óptima de los medios de producción. Específicamente, en la década de los '30 del siglo XX, durante la Gran Depresión, con una alta tasa de paro.
Así pues, dado que la relación “ahorro igual a la inversión” no se establece solo o automáticamente a través de la acción del mercado y esa falla tiende a resultar en crisis, parecería conveniente encontrar alguna manera de armonizar esas variables. Keynes postula que la única fuerza capaz de hacer eso es el Estado.

         En términos prácticos, y para contrarrestar la espiral negativa de los años 30, Keynes proponía que en momentos de estancamiento económico, el estado tiene la obligación de estimular la demanda con mayores gastos económicos.

Teoréticamente, hay tres maneras que el Estado puede financiar esos gastos:
 1.- Aumentar los impuestos.
 2.- Imprimir más dinero
 3.- Endeudamiento fiscal (uso de los dineros que la población está ahorrando).
Keynes propuso financiar el incremento del gasto fiscal a través del endeudamiento. El otro lado de esa política es que el Estado debe pagar esa deuda cuando sus ingresos aumenten, debido al incremento por ingresos de impuestos cuando eventualmente haya un auge (notese: ese aumento en los ingresos se debe al auge o expansión en la economía, etc, no a un incremento en la tasa de impuestos) En otras palabras, la propuesta de Keynes es que el Estado debe jugar en general un papel contra cíclico en la economía: estimulando la demanda en momentos de recesión y restringiéndola en momentos de auge. De esta manera, los ciclos económicos se aminoran y no se transforman en crisis
Conviene notar que lo anterior se puede interpretar de dos maneras: la primera: que "todo lo que se vende es igual que todo lo que se compra" es obviamente correcta. La segunda, que "los costos de todo lo que se produce están cubiertos por todo lo que se compra" es debatible. Keynes sugiere que lo último solo es correcto cuando todo lo que no se gasta es inmediatamente ahorrado (se deposita en un banco) y todo lo ahorrado es directamente invertido. Sucede que, en realidad, hay, por lo menos, una cantidad de dinero que ni se usa para comprar ni se ahorra en ese sentido: se mantiene "en el bolsillo" o como reserva líquida. Esta preferencia por la liquidez tiene efectos económicos.

5.- FORMALIZACIÓN DEL SISTEMA KEYNESIANO

         Para entender el funcionamiento real de la economía y sus diferencias con el esquema formal del dogma clásico, especialmente del punto de vista de que sucede cuando el ingreso aumenta, Keynes desarrolló los conceptos de:
·        Propensión a consumir o propensión marginal al consumo Si la propensión a consumir es débil, las oportunidades de inversión no son atrayentes, dado que quienes invierten buscan ganancia. Una demanda baja reduce la posibilidad de obtenerla, consecuentemente, una parte del ingreso que no se consume tampoco se invertirá y la demanda efectiva se reducirá, por lo que la economía se contraerá y el nivel de empleo descenderá.
·        Propensión marginal al ahorro, definido como el ahorro adicional por cada unidad extra de ingresos, Es decir, la propensión marginal al ahorro por cada incremento en el ingreso es igual a ese incremento menos la fracción de ese aumento que se consuma.
·        Multiplicador keynesiano del gasto  de la inversión. Es el beneficio que genera la inversión, descontando de esos beneficios futuros los intereses pagados para financiar dicha inversión.
·        Preferencia por la liquidez  “Tendencia que muestran las personas a escoger activos líquidos frente a otros de más difícil realización" lleva a la gente a atesorar o a tratar de tener dinero efectivo o disponible, Pero esa preferencia por la liquidez puede llevar a acciones dañinas a la conveniencia económica general. Por ejemplo, si hay incertidumbre o los precios decaen fuertemente, la población en general puede preferir mantener su dinero “en la mano”, tendencia que, si se generaliza, puede llevar a una profundización seria de la disminución de la demanda por bienes y servicios o incluso a un pánico bancario. Así, "la tasa de interés es el premio que tiene que ofrecerse para inducir a la gente para conservar su riqueza en cualquier otra forma distinta al dinero atesorado"

Quizás la forma más fácil de aproximarse a la formalización de todo lo anterior es considerar que constituye, en un momento dado, el poder de compra de un país. Ese poder de compra es equivalente a la suma del ingreso de todos. Pero, dado que el ingreso total de los individuos  se distribuye tanto en consumo como ahorros/inversión, cualquier aumento del ingreso llevara a un aumento tanto del primer factor como del segundo. Es decir, cuando el ingreso aumenta, el consumo aumenta, pero no tanto como el aumento del ingreso. Lo mismo acerca del ahorro.
En otras palabras, cualquier cambio en el ingreso agregado de una nación produce una variación fraccional tanto del ahorro como del consumo del conjunto de los habitantes.

La Cruz Keynesiana
                    
                             
Define la llamada ‘’’función del consumo’’’, que se puede entender como simplemente formalizando lo que se ha dicho anteriormente: que el consumo agregado es una función de la fracción del ingreso que no se ahorra, es decir, es la fracción dedicada a consumir. Más formalmente, que depende de la propensión a consumir. Ahora, si la economía estuviera en equilibrio walrasiano o clásico, el consumo o demanda agregada seria equivalente a la producción (todo lo producido seria consumido y todos los ingresos solo vendrían de lo que se vende)
Si representamos gráficamente lo anterior, eso constituiría una línea recta bifurcando (en un ángulo de 45 grados) el rectángulo delineado por línea vertical que representa la demanda agregada y la horizontal que representa el producto agregado (o ingreso agregado). Es decir, a cada aumento en una unidad del ingreso, existiría un aumento de una unidad en el consumo.
Si bien lo anterior es una versión simple del análisis keynesiano, sirve para mostrar tanto el origen del multiplicador keynesiano o efecto multiplicador del consumo como el hecho que la economía puede estar en “equilibrio” sin al mismo tiempo lograr pleno empleo de los recursos económicos, incluido el trabajo, estado que es llamado “equilibrio keynesiano” o “equilibrio macroeconómico”

6.- CONSIDERACIONES POLÍTICAS
         Dentro de la coyuntura histórica, económica y política, el keynesianismo y sus proyectos consecuentes como el Estado de Bienestar y el desarrollismo  dio a los dirigentes mundiales la oportunidad de salvar la democracia, cuya existencia llegó a verse amenazada debido al auge de las dictaduras producto de la incapacidad del liberalismo clásico de resolver la crisis. Debido a esta razón los principios del keynesianismo fueron aplicados de una u otra manera en gran parte de los Estados occidentales desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta que en los años '70 un nuevo tipo de crisis llevó a su cuestionamiento y el resurgimiento de aproximaciones clásicas bajo el neoliberalismo.
Si bien las repercusiones político-económicas de Keynes y varios de sus partidarios son variadas, algunos creen que la idea del keynesianismo es salvar al capitalismo o mantenerlo estable. Quizás con una visión un poco más medida Waligosrky aduce que esas políticas fueron adoptadas "como una resguardo contra el poder del mercado para socavar nuestras instituciones políticas y sociales más valiosas, un mercado totalmente libre es definitivamente no el mejor para una democracia, un mercado sin regulaciones no garantiza justicia ni prosperidad.
Desde el punto de vista del propio Keynes, y a nivel de la Economía política el punto central de su teoría se basa en una percepción derivada tanto de Marx como de Schumpeter. Ambos pensadores consideran que la crisis es, en el mediano y largo plazo, una parte intrínseca del sistema capitalista (y que eventualmente lo destruirán) Ambos pensadores permiten entonces a Keynes sugerir que el sistema delineado por Adam Smith solo puede referirse a una etapa y momento específico en el cual el capitalismo se estaba desarrollando pero que en general, ese desarrollo no puede existir sin la crisis y no puede dar prosperidad a unos si es que no se está explotando a otros.
Pero tal respuesta, a pesar de ser correcta, podría quizás llevar a un equívoco: si aceptamos que las crisis son parte inherente del capitalismo, la eliminación de ellas demanda medidas que vayan más allá que ese sistema. En sus palabras "solo el Estado puede restaurar los equilibrios fundamentales", y la participación del Estado implica movimiento hacia el socialismo. El problema (por lo menos para algunos) es que por un lado él desea que esa transformación sea democrática y por el otro, cree que para eso se necesita un nivel de comprensión y control sobre la economía que, en su tiempo por lo menos, no existía.

El propio Keynes no ve esa propuesta de acción estatal de utilización de los ahorros privados a beneficio común como novedosa o extraordinaria en si misma. Por el contrario, es algo -que en su opinión- todos los economistas saben y aceptan, solo que es aplicada en casos excepcionales.

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